19 Oct
19Oct

     Una palabra dicha con amor, seguro que hará un efecto milagroso en un oído necesitado.         No tenemos un Dios de lejos. Él siempre escucha a los que le buscan de corazón. 

   El deseo de conocer al Dios bueno, nos hace experimentar el amor de Dios. 

   Dios es nuestra firmeza. A veces le fallamos pero nuestra intención es arrepentirnos de y que nos acerque a Él. Abriendo el corazón seremos conocidos por Dios.

     Hoy queremos compartir sobre la fidelidad de Rut hacia Noemí.  Rut siguió sin condiciones a Noemí, cosa que el pueblo de Dios hoy no hace, ya que primero quieren ver las manos llenas de aquel a quien quieren seguir.

     Rut siguió a Noemí porque sintió en su espíritu que tenía que hacerlo. Lo que dijo lo cumplió, pero nosotros prometemos tantas veces, que serviremos, amaremos, obedeceremos a nuestra “Noemí”  pero luego esa promesa cae en tierra.

     Tenemos que tener algo en nosotros, basado en el ejemplo, para que otros puedan ser impactados y decidan seguir nuestro ejemplo.  Aveces, hablamos mucho de boca pero cuando Él nos prueba no cumplimos nuestras promesas. Los que están al frente tienen que soportar como las que un día se confesaron como Rut, se vuelven atrás y renuncian de su fidelidad.

Las verdaderas hijas no renuncian, no tienen fuerzas pero aun así claman y siguen siendo fieles. Realmente es un esfuerzo compartir lo que de Dios recibimos, porque tenemos que estar firmes y fieles. No podemos hablarle a los demas, “Dios te sana de la depresión” si nosotras estamos hundidas en ella.

      En las almas hay mucho desconsuelo, desconfianza, temores, iras, etc. que solo pueden ser aconsejadas por verdaderas “Noemis”.

     El Señor es bueno y aunque una Rut caiga de su posición, Noemí siempre será fuerte y seguirá adelante. Tenemos que ser prudentes a la hora de hacerle promesas a Dios. Hacemos un lazo con nuestras palabras no podemos renunciar a ese pacto, Él nos castigará. Rut era sinónimo de firmeza, y si no somos esa mujer como Rut, no debemos decirlo.


No es suficiente decir, ya me prepararé cuando le vea en su venida, esto no será suficiente.Pasemos lo que pasemos debemos ser fieles en tener la lámpara encendida. Las pruebas no son escusas suficientes. Las que pasandificultades pero a la vez manifiestan la llenura del amor de Dios, están capacitadas para dar ejemplo.Noemí no obligo a Rut a que la siguiera. En todo lo que ella le aconsejaba, Rut obedeció en todos los detalles.

Donde tu vayas yo iré, donde tu mueras moriré yo. Rut tenía esa seguridad de que lo que aprendía de Noemí era bueno. Rut debe siempre hablar de Noemí y Noemí hablará de la fidelidad de Rut.

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